La Sombra: aquello que rechazas vehementemente, te describe
Hace exactamente cinco años y una semana escribí lo que leerás a continuación. ¡Disfrútalo!
Esto es una lectura de esas como una seguidora mía dice “pa’ sentarse una cómoda y con café en mano lista pa’ recibir el bofetón de realidad”.
Llevo mucho postergando esta publicación y es posiblemente por lo profundo y complejo del tema (también porque requiere de mucho autoestudio y autoobservación) y porque quiero abordarlo de la forma más clara y compasiva posible.
Hubiese sido un éxito hacer un vídeo pero amo y me disfruto más escribir. ¡Vamo’a empezar!
Todas somos Luz y todas somos Sombra. Nos guste o no, lo reconozcamos o no. En todas habita una Luz muy brillante y hermosa así como una Sombra muy oscura que a algunas les encanta reprimir. ¿Y por qué se suprime tanto La Sombra? Bueno, porque esa oscuridad es la que nos hace considerarnos socialmente como “malas” y genuinamente ninguna quiere ser mala (ya que serlo incluye ser rechazada ¿y quién quiere ser rechazada/no querida? ¡Ninguna!)
¿De dónde surge esta Sombra? Para mí -recuerden siempre que todo lo que comparto es desde mi perspectiva- La Sombra comienza a formarse cuando somos pequeñas, cuando comenzamos a descubrir el mundo y nuestros primeros cuidadores comienzan a transmitirnos lo que es correcto y moral-socialmente aceptable VS lo que no. Entonces, si hacemos algo y recibimos de nuestros cuidadores una reprobación, comenzamos a interpretar de qué manera nos portamos bien y nos quieren VS de qué manera no (y como es sumamente comprensible, comenzaremos a destacar los comportamientos aceptables y a reprimir y suprimir los que no). A medida que seguimos comportándonos de X forma y somos celebradas, lo continuamos haciendo VS a medida que no lo somos, nos detenemos, reprimiendo y suprimiendo esa parte nuestra.
Es el Ego herido el que crea las máscaras con las que nos presentamos ante las personas y es el Ego herido el que desarrolla los personajes con los que jugamos en el teatro de la vida.
¿Qué pasa cuando las máscaras y los personajes “han ido muy lejos”? ¡Nos hemos perdido! Hemos desconectado tanto con nosotras mismas que vivimos inconscientes y en automático. Somos las que juzgan, las que critican, las que señalan y las intransigentes incapaces de ver con Amor y compasión a las demás personas… porque sin saberlo, todo lo negativo que vemos afuera, es nuestra Sombra reflejándose y resulta tan incómodo que es como un espejo del cual queremos huir. (Si has llegado hasta aquí leyendo es el momento en que te digo: Somos todo lo bueno que vemos en el mundo y absolutamente también todo lo malo. Puede que se te retuerza el estómago y ¡qué bueno!, ello solo significa una cosa, estoy tocando una fibra que te molesta e incomoda muy probablemente porque es parte de tu Sombra.)
馃枻 Cuando no aceptas ni respetas ni incluyes a alguien de la comunidad LGTBQI+, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando le mientes a Hacienda, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando criticas a una prostituta, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando te burlas de una persona con discapacidad, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando ignoras o señalas al drogadicto o al indigente, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando tildas de chapiadora o puta a otra mujer, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando tratas de controlar o manipular a tu pareja, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando rechazas al cristiano, al musulmán, al judío o a cualquier religioso, tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando de alguna manera te relacionas con algún interés particular con alguien (sin ésta persona saberlo), tu Sombra se manifiesta
馃枻 Cuando arremetes contra otra persona porque eligió abortar, porque salió a marchar desnuda, porque se hizo cirugías estéticas, porque invierte altas cantidades de dinero en cosas que tú no, porque da de lactar en público y tantas cosas más, tu Sombra se manifiesta
Wow! ¡De qué muchas diferentes formas nuestra Sombra sale a manifestarse, ¿verdad?, y eso que solo mencioné muy pocas!
Tal vez ahora mismo tienes cara de 馃ゴ馃ゴ馃ゴ “¡qué cará!, yo no pienso como ella, ésta mujer está paL de loca” y eso está bien; tal vez ya me dejaste de leer y eso está bien también o tal vez sigues aquí, ¡eso me parece que está mejor! Vamos a continuar entonces.
La Sombra cuando no estamos conscientes de ella o cuando nos resulta “muy fuerte” para manejarla la vamos a suprimir y ello nos llevará al sabotaje —porque con lo que no podemos convivir, no nos dejará en paz. Así de simple y de sencillo. Decía Sigmund Freud que"la voz del inconsciente es sutil, pero no descansa hasta ser oída"—. En algún momento, esa persona que preferimos no ser, se va a expresar (porque no la podemos mantener oculta y callada por siempre) y cuando lo haga, lo hará con bombos y platillos que para nada nos agradarán. ¿Ejemplo de esto? El padre de familia ejemplar que resulta tiene una amante hace 20 años, el político conservador al que le sale un escándalo sexual con otro hombre, el sacerdote pedófilo, la mujer "pro familia" que en su juventud se practicó tres abortos y nunca lo ha dicho, la maestra casada que sostiene relaciones sexuales con su alumno menor de edad, la exitosa empresaria y filántropa que tiene lazos con el narcotráfico, por mencionar algunos ejemplos.
Ahora hablemos de cuando estamos conscientes de nuestra Sombra… ¡que para mí es lo mejor y la parte más cruda e íntegra de nosotros! (Básicamente es: o usas tu Sombra o ella te usará a ti.)
Cuando estoy teniendo conversaciones de ésta índole con mis familiares o amistades me gusta mucho decir “yo sé que puedo ser tan inconsciente como Hitler”. A casi nadie le gusta escuchar eso de mí, casi nadie puede imaginarme haciéndole daño físico a alguien pero la realidad es que sí, es que yo soy consciente de que puedo ser tan despiadada como Hitler (y quién a éstas alturas de la lectura tiene cara de espanto, es el momento de ir arriba, releer y entender que también tienes una Sombra y que no te debes espantar por conocer un poco acerca de la mía). Y así como mi Sombra puede comportarse como toda una dictadora asesina, mi consciencia sobre ella y mi aceptación a esa parte de mí, me hace expandir mi Luz. ¿Que cómo? Sí, el hecho de yo no resistir mi lado Sombra hace que el mismo no persista.
La pregunta acá ahora para ti es ¿en qué me puedo convertir cuando conozca mi Sombra? Bueno, si te sucede como a mí, conocerla no fue agradable y me tomó algún tiempo poder abrazarla pero ya luego, pues te puedes convertir (como yo) en una persona mucho más consciente, mucho más amorosa, mucho más compasiva, mucho más comprensiva, mucho más relajada, mucho más pacífica, mucho más emocionalmente estable, mucho más saludable y por lo tanto, mucho más feliz. ¿Por qué? Porque como siempre digo, “todo comienza por la casa” y cuando estamos fully aware de quienes somos en nuestra totalidad, podemos entender a los demás sin necesidad de condenarlos, podemos trabajar nuestras heridas, danzar entre nuestras luces y nuestras sombras sin identificarnos con unas u otras, podemos sanar y nos transformamos en verdaderas entes de cambio. (¡Además de andar sin máscaras y sin estar interpretando personajes!)
¿Y tú, para cuándo te encuentras con tu lado más oscuro, cuándo le das la bienvenida, cuándo le dices “ven, siéntate y hablemos, es que tú sabes, no quiero que me controles más”?
Si quieres entender más sobre La Sombra te invito a escuchar el Episodio 031 de mi primer Podcast. Presiona aquí ahora para ir directamente a él. Y si quieres profundizar en tu propia sombra e iluminarla, por solo $22. recibes un vídeo explicativo mío y un PDF descargable con sobre 71 diferentes Preguntas Reflexivas que te ayudarán en el proceso. Presiona aquí ahora y lee más sobre ese Ofrecimiento.
Desde mi lado más Iluminado, con Amor, Entrega y Siempre en Servicio,